Blog de Mateo OP: 2008

¿Habría que prohibir las corridas de toros?

Yo creo que sí, porque es un riesgo innecesario para los participantes y torturan a animales sólo por diversión, vale que es por "tradición", pero yo no estoy de acuerdo en que esta tradición se siga manteniendo.

Primero, es meterse en una situación peligrosa, dado que los toros suelen ser agresivos y peligrosos.
Segundo, se tortura a un animal por pura diversión y después lo ejecutan, ¿para simbolizar qué?, ¿que los humanos somos más animales que los animales?
Tercero, ¿no se está prohibiendo la tortura y la pena de muerte?, ¿entonces por que no se prohíben las torturas a animales, no solo las corridas de toros, sino también las peleas de gallos y las peleas de perros?

Mi conclusión es que hay tradiciones que deben mantenerse, pero no deberíamos mantener tradiciones que hagan daño a animales solo para divertirnos, una cosa es matar animales para alimentarnos y otra cosa muy diferente es torturarlos y matarlos solo para afirmar que somos mas estúpidos y más animales que los propios animales, no hay ningún solo animal sobre la faz de la tierra que cace sólo para divertirse o por el simple echo de que sea un asesino, siempre matan lo justo y necesario para alimentarse o llegado el caso para defenderse de posibles agresiones.

¿Quién me lo iba a decir...?
El día 1 de Junio de 2008, a las 6:10, me levante con mucha ilusión para reunirme con setenta “piraos” como yo a los que nos gusta jugar al “Counter Strike”, pero en vez de con el ordenador pues con nosotros mismos. Me empecé a preparar para una partida de airsoft (un juego que simula tácticas y operaciones militares y/o policiales) que duraría desde las 8:00 hasta las 16:00 horas (ocho horas de juego ininterrumpidas). Tomé un desayuno bastante fuerte, dado que iba a ser un día muy largo, además de que amenazaba con llover y mucho, según las previsiones meteorológicas y efectivamente, así fue. Me puse un mono verde oliva, además de las rodilleras y las coderas, y después me calcé las botas tácticas y ya me estaban entrando ganas de pasar el crono, metí el CA M15A4 Carbine (la réplica del Colt M4A1 Carbine que suelo utilizar) con la batería desconectada, sin cargador y con la bocacha roja para evitar problemas con las Fuerzas del Orden, en la maleta; cogí mi “arma secundaria” que como no, es la réplica de una pistola y hice lo mismo que con el rifle, quité el cargador, le puse el distintivo rojo y le coloqué el seguro, dado que es de muelle. Después de comprobar que todo estaba en perfectas condiciones, me puse el impermeable para ir hasta el coche.

Llegamos a Alaró a la hora prevista, los nervios me afloraron a los 5 minutos de esperar en el punto de encuentro, así que, para no ponerme más nervioso, decidí comprobarlo todo y todo estaba en perfecto estado y también tenía todo lo necesario para poder pasármelo de p.m., llegaron los demás para empezar la partida. Lo primero que hice al bajar del coche en el terreno de juego, fue ponerme las gafas (la seguridad ante todo), dejé la maleta en el suelo y empecé a hacer lo que todos sabíamos que teníamos que hacer, sacamos todas las réplicas de las maletas y les montamos los accesorios y demás.

A continuación, nos pusimos en fila india para pasar el crono, había gente que tenía la réplica tan mal de potencia (es decir, tenían más potencia de la permitida), es decir, que no las podían ni utilizar ni como “snipers” que sin usar el argot “airsofter”, pues quiere decir francotirador; afortunadamente, mi rifle dio los “fps” justos como para poder usar mi rifle como me diera la gana, algo que era muy positivo para mi, dado que aunque usaba un rifle polivalente, a veces, decidía tomar el rol de tirador selecto (un nivel menor que el de francotirador). Después de pasar el “crono”, nos hicieron ir al “Hospital de la ONU” para entregar la debida documentación y recoger los mapas para la partida, a parte de la elección de los grupos, que estaba controlada por la organización y no por los jugadores, a mi me tocó ir con los “antiterroristas” (afortunadamente para mí), que éramos los que teníamos que evitar que los “terroristas”, consiguieran lanzar los “mísiles”, que simplemente eran fuegos artificiales y un portátil con un videojuego creado por uno de los jugadores. Los organizadores nos explicaron las normas de la partida (unas de las normas eran que los equipos no podían usar a los menores de carnada, sobretodo los terroristas, que miraban a los menores de edad de su propio equipo de la misma manera en que los tiburones miran una manada de focas).

A partir de allí, cada equipo fue a organizarse a su base y se nos advirtió que en la primera misión sólo cogiéramos lo más imprescindible, en mi caso fueron: cargadores de repuesto, la mira telescópica, un poco de comida y lo más importante de todo, ¡el gazpacho!

En la primera misión conseguí eliminar a dos, creo; una de ellas gracias a un despiste del francotirador que estaba cubriendo y me dio pena el tío al que elimine, dado que cuando lo localice, grité “¡contacto!” y al pobre le calló una lluvia de bolas (a parte de la lluvia de agua que había de por si), la lluvia de bolas no fue solo mía, sino que de detrás de un par de arbustos salieron uno con una metralleta ligera y otro con un "lanzagranadas" en la mano; otro al que eliminé, creo que le di en la parte de donde la espalda pierde su nombre; conseguimos ganar la primera misión, que consistía en evitar que los “terroristas” se hicieran con las cabezas de los mísiles. Regresamos a la base a descansar y rearmarnos para las siguientes tres misiones, que eran más cortas, pero que no estaba permitido volver a la base a no ser que te eliminaran o que necesitaras urgentemente rearmarte, es decir, solo cuando te quedaba el arma secundaria.

Para estas misiones, decidí acoplar la mira telescópica al rifle, dado que mi escuadra necesitaba otro tirador selecto en una operación de rescate de un miembro de la “ONU”, así que un sniper, una tirador selecto, uno que asumía la responsabilidad de abrirnos el camino con el "lanzagranadas" del rifle en caso de emergencia y yo, nos dirigimos a la posición con mejor vista y más cobertura de la zona y justo por debajo de nosotros, se colocaron los dos binomios que utilizaban metralladoras ligeras para apoyar a las tropas de asalto, gracias al equipo del que yo formaba parte, conseguimos liberar al miembro de la “ONU” y conseguimos escoltarlo hasta nuestra base donde la “ONU” nos esperaba junto a nuestro “jefe” para decirnos que entraban en combate y que nos ayudarían a derrotar a los “terroristas”. En la penúltima misión me eliminaron, dure poco, así que no se como quedo la cosa, pero si se, que fijo que perdimos, porque todos los que llegaban no estaban muy alegres, y más de uno venía con la réplica sobre el hombro y no colgada.

Y en la última misión, claro está, teníamos que evitar a toda costa el lanzamiento de los mísiles, así que decidí ir con mi escuadrilla apartados del resto del grupo así que nos colocamos justo detrás de los enemigos y justo cuando estaban apunto de introducir los códigos de lanzamiento, abrimos fuego de precisión y los eliminamos, lo malo es que a parte de mi equipo (incluido yo, también nos eliminaron; otra cosa y que aunque a mi parecer no es cierto, todos los de mi equipo decían que mi táctica en ese momento fue muy buena y que si seguía así me iban a llevar con ellos a Mazarrón, pero eso es un tema aparte).

Finalmente, después de llenarnos unos a otros de bolas llegó la tan esperada y ansiada comida y disfrutamos de un excelente buffet libre.

¿Quién me iba a decir? Tantos años aguantando a los que me trataban de raro porque no me gusta el fútbol y quedándome sólo en las conversaciones de este hobby-deporte y resulta que por fin, encuentro a un enorme grupo de tíos... y tías que hablan mi idioma, desde fontaneros, pilotos, informáticos, policías, guardias civiles, etc y todo con un trato humano estupendo y un buen rollo, donde los haya. Así que, habiéndoles quitado el miedo a mis padres y después de la experiencia... volveré seguro.